Computer board with chips at the factory for the production of computer components.

Beneficios:

  • Reducimos costes y plazos de entrega.
  • Nos ajustamos a lo que realmente necesitas.
  • Te ayudamos a transformar tus necesidades en especificaciones.
  • Validamos juntos el diseño.

Producto

En Inar Tecnologías nos ajustamos a tus necesidades planteando distintos niveles de acabado:

Para aquellos que quieran validar una idea que requiera de un demostrador tecnológico básico, con un coste económico muy ajustado y disponible en un plazo de tiempo rápido.

El MVP (Minimum Viable Product) muestra una funcionalidad básica, en unas condiciones de entorno simplificadas, pero es más que suficiente para transmitir un concepto, demostrar una funcionalidad, validar otras tecnologías, etc. En general, una vez utilizado para esta finalidad, su ciclo de vida se da por amortizado, no pudiéndose considerar un prototipo inicial.

Para aquellos que tienen claro que debe hacer su producto y necesitan unas pocas unidades (de 1 a 10) con una funcionalidad y acabado similar al final. Ya no solo es probar una idea, se trata de validar un producto.

El desarrollo de estos prototipos involucra un proceso de ingeniería importante, el reducido número de unidades puede suponer montajes manuales. Por ello, se asume que el coste unitario de cada prototipo puede ser elevado, aunque se espera que este prototipo sea la primera versión del producto y gran parte del desarrollo resulte aprovechable. Se puede asumir algunas simplificaciones respecto al producto final, principalmente en calidades de acabados y componentes (puesto que no está destinado al uso).

Para aquellos que ya han validado la funcionalidad de un prototipo y desean seguir adelante con el proyecto, por lo que necesitan disponer de un número mayor de unidades para evaluar en entorno real y obtener las certificaciones necesarias.

En esta fase se consideran producciones de 10 a 50 unidades. A partir del prototipo previo, se concretan y cierran las especificaciones del producto, aunque aún se está a tiempo de introducir modificaciones menores. Los productos de preserie son completamente idénticos al producto final, con un coste unitario notablemente inferior al del prototipo. Están principalmente orientados a ser evaluados en situaciones reales y sometidos a ensayos de certificación (se asume que en función del ensayo pueden acabar dañados).

Para aquellos que tienen validada la funcionalidad de su producto, que además ha sido probado y certificado y quieren afrontar la industrialización para lanzase finalmente a la comercialización.

Esta fase se debe abordar en último lugar, tras haber realizado y validado completamente una preserie. Se abordan cuestiones propias de la industrialización como gestión de componentes y stocks, integración de los diferentes procesos de manufactura, planificación de lotes de entrega, etc. En esta fase, los objetivos principales son garantizar la calidad del producto tratando de reducir al mínimo el coste productivo.