Para aquellos que quieran validar una idea que requiera de un demostrador tecnológico básico, con un coste económico muy ajustado y disponible en un plazo de tiempo rápido.
El MVP (Minimum Viable Product) muestra una funcionalidad básica, en unas condiciones de entorno simplificadas, pero es más que suficiente para transmitir un concepto, demostrar una funcionalidad, validar otras tecnologías, etc. En general, una vez utilizado para esta finalidad, su ciclo de vida se da por amortizado, no pudiéndose considerar un prototipo inicial.